Hoy tocaba correr cerca de casa y despedir una carrera que se había convertido en una prueba que muchos teníamos marcada en nuestros calendarios.
No llevo muchos años corriendo, así que tan sólo la había disputado en 2015, más que suficiente para ver una carrera en la que se cuidan muchos detalles para que todo aquel que se apunte disfrute de la afición que tanto nos gusta.
Y después de 10 años han anunciado que no se volverá a organizar. Pese a que el asfalto no me entusiasma demasiado, me apetecía despedirla. Semanas atrás había tenido unas molestias en la espalda, así que no quería forzar. Pero como la carrera tiene 2 modalidades (media maratón y 7 millas) decido apuntarme a la corta.
Hoy no hizo falta madrugar mucho, ya que la carrera está a pocos kilómetros de casa y la salida es a las 11:00.
A las 9:40 salimos de casa Kira, Susi y yo. Vamos a por Javi, que hoy disputará su carrera más larga hasta el momento. Antes de las 10 estamos en Posada de Llanera, así que aparcamos y vamos a por el dorsal.

Somos muchos los que corremos: 500 la media maratón y 450 las 7 millas. Vemos a mucha gente conocida. A las 10:30 quedamos con los compañeros para hacernos la foto de familia. Somos 45 apuntados y muchas de las liebres son de nuestro club. Muy grande el Club Correr Asturias.

Quedan 20 minutos para que empiece la fiesta, así que hay que calentar. Poco antes de las 11 aparecen mis padres, que han venido a animar 🙂
Vamos hacia la salida y me coloco junto a Luis, liebre de 1:30 de la media maratón. Este ritmo es de 4:15 min/km. Mi idea era intentar hacer la carrera a 4:10 min/km de media. Así que en principio podría hacer unos kilómetros a este ritmo y luego apretar al final. A ver qué tal se da…
Unos minutos después de las 11 suena el disparo que marca el inicio. Intento seguir la estela de Luis, pero con tanta gente se me aleja unos metros. Con calma en estos primeros metros intento acercarme. Veo que el tiempo es más lento del previsto, así que aprieto un poco más para colocarme a 4:15. Con este acelerón paso a la liebre de 1:30 y me quedo detrás de la anterior, la de 1:24.
Hay mucha gente animando por las calles de Posada. El primer kilómetro lo hago en 4:12. La carrera da una vuelta por la localidad de 1,5 kilómetros volviendo a pasar por la salida. Intento marcar mi propio ritmo por sensaciones y el segundo kilómetro me sale a 3:56.
A estas alturas de carrera me encuentro bien y veo que tengo la liebre de 1:24 a unos metros. El ritmo medio de ésta es de 4 min/km y no creo que pueda seguirla durante toda la carrera, pero me veo animado, así que me intento unir al grupo. Este tercer kilómetro es el más favorable en cuanto al desnivel, así que lo aprovecho para aumentar el ritmo. Ahora la liebre ya no lleva el globo. Intento ver dónde está y… upss… creo que la he pasado. Mi reloj me marca el tercer kilómetro a 3:54.
Tampoco es cuestión de pararse a esperar para ir en grupo, así que marco un ritmo constante. Voy un rato en tierra de nadie, adelantando a algunos corredores. Subimos dirección a los polígonos y en el giro para ir al Parque Tecnológico me marca el cuarto kilómetro en 4:05. Sigo igual durante el siguiente kilómetro que cruza el parque. El quinto kilómetro lo hago en 4:04. Estoy aguantando bien el ritmo, pero es algo superior del que he hecho nunca para más de 10 kilómetros.
Al pasar por el quinto kilómetro llegamos al avituallamiento en el que cojo un botellín de agua y le doy unos tragos. Justo aquí oigo por detrás un grupo de gente. Giro la cabeza y veo que es el grupo de 1:24. Intento engancharme a él. Van unos segundos más rápidos que yo, así que voy haciendo la goma constantemente durante los siguientes kilómetros.
Yo sigo a mi ritmo, así en el sexto, séptimo y octavo kilómetro marco respectivamente 4:04, 4:03 y 4:04. Voy por encima de mis expectativas, pero me fastidia no poder ir con el grupo, cada vez menos numeroso.
Entramos por las calles de Lugo de Llanera e intento apretar algo para alcanzarlos. En el noveno kilómetro vuelvo a bajar de 4′, haciéndolo en 3:58, pero sigo sin poder entrar, así que definitivamente voy a ir a mi ritmo en los algo más de 2 kilómetros que quedan.
Sin perder la referencia de la liebre de 1:24, salimos de Lugo y vamos dirección a Posada. En este tramo adelanto a bastantes corredores que había visto con la liebre. No es que yo vaya más rápido, sino que muchos empiezan a desfondarse. En el décimo kilómetro he vuelto a ritmos anteriores. Lo hago en 4:06.
Ya queda poco y empieza a notarse que cada vez hay más gente por los arcenes animando. Empiezo a ver a fotógrafos: Antonio, Pedro Pablo, Manu y muchos más. Todos ellos haciendo que tengamos recuerdos de las carreras en las que participamos.

Quizá espoleado por el aumento de gente animando o porque ya queda poco para meta, aumento ligeramente el ritmo haciendo el undécimo kilómetro en 3:57. Ya en Posada giro a la derecha para visualizar la recta de meta, de unos 300 metros en subida.
Aprieto al final en el que veo a mis padres y a Susi animando. Adelanto a un corredor en este final que lo hago a 3:48 de media pese al desnivel.

Entro en meta haciendo un tiempo de 45:50. Mi reloj me marca 11,38 kilómetros, saliendo una media de 4:02 min/km. Mi puesto es el 67 de 391 llegados en las 7 millas, el 16º de mi categoría.
Ya en meta, después de recoger la bolsa con algo de comida e isotónico, voy a buscar a mis padres y a Susi. Bajamos un poco para ver llegar a Javi. Teóricamente va a ir con la liebre de 1:50. Cuando el reloj marca el minuto 58 llega al fondo Javi pegado a Pablo, la liebre de 1:50. 4 meses corriendo y haciendo más de 11 km a 5:15 de media. ¡Carrerón!
Las sensaciones han sido buenas, pese a la rabia que me dio no haber podido entrar con el grupo de 1:24. Pero es mucho más de lo que esperaba. Creo que he hecho mi récord personal en 10 kilómetros.
Una vez en casa veo que el tiempo estimado en 10k en esta carrera ha sido de 40:09, siendo el más rápido que he hecho nunca.
¡Nos vemos en la siguiente!